Estaba feliz. Despues de tanto tiempo, habia venido a visitarme.
No importan las causas, estaba aqui, en frente mio.
Era una realidad innegable.
Pero, a pesar de todo eso, su presencia no perduraria mucho. No pertenece aqui, pertenece a un lugar qe frecuentaba en mi infancia.
Ese lugar, magico (como yo creia qe era) y sincero, era un lugar en el qe las personas eran honestas y trabajadoras.
Pero a pesar de qe amara ese lugar, no podia regresar.
Ya tenia una vida armada en mi actual ciudad y no podia olvidarla.
[...]
Una noche, mientras esperabamos a la llegada de mas gente y escuchabamos el sonido de los grillos cantarle a la luna, comenzo a contarme historias de ese lugar. Recostada en la penumbra, al lado suyo, comence a imaginar cada suceso como si estuviese alli.
Eran todas las historias de los sucesos qe habian ocurrido esos años en los cuales estuve ausente.
Comence a contarle de mis sueños y metas, todas esos triunfos qe qeria qe fuese testigo. A pesar de qe sabia qe no estaria presente.
Pero, uno de esas metas, una de las mas importantes, no podia cumplirla en mi ciudad.
Entonces...
-Veni conmigo...
-Eh...?- me qede en silencio...¿qe mas podia decir?
-Te prometo qe nada te va a faltar...
Solo se escuchaba el sonido de los grillos cantar. Me incorpore, pero no pude levantar la mirada. Entonces, abandone la habitacion.
[...]
No volvimos a tocar ese tema. Sin embargo, eso no evito qe los dias pasaran.
Llego el dia en qe se iria.
Parados en frente del colectivo, me miro tristemente y me dijo:
-Se qe no puedo obligarte a abandonar toda una vida...Pero, ¿no qeres venir conmigo?
Recorde todo lo qe habiamo pasado...Me rompi el corazon al decirle...
-No puedo...Sabes qe no puedo.
Me miro con su mejor cara de esperanza. Se dio vuelta.
-Me voy.
-Te vas...
Cuando perdi la figura de ese colectivo ya no podia ser visto desde donde yo estaba,
le escribi:
-Quiero ir con vos, pero...no puedo dejar toda esta vida asi: inconclusa...¡No quiero qe sufras de la soledad otra vez!Quiero qe estemos juntos pero....te qeda tan poco tiempo...
Se qe lloro esa noche.
Y tambien sabe qe yo llore...
domingo, 6 de diciembre de 2009
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